Todas las tardes unos pequeños hombrecillos, sombrero en mano, salen de no sé dónde y se paran sobre una piedra para bailar. El más pequeño de todos, haciendo unos raros movimientos, toca un inmenso tambor mientras todos los duendes bailaban a su alrededor. Insólito espectáculo que desafortunadamente disfruto sólo en punto de las seis. ...Sebastian Carvajal

"el cubano"

martes, agosto 7

Hoy por fin empezaron los entrenamientos. Como siempre yo estaba en la cancha con algunos más, desde casi 20 minutos antes. uff! Mucho calor. El sol estaba justo en posición para aclimatar al cuerpo. Llegué con muchas ganas, hace ya casi un mes que no tocaba un balón. Me moría por una "cascarita"... pegarle con todo, correr como loco y llegar muerto a la casa.

Ahí estabamos esperando a que diera la hora. Mientras practicábamos unos tiros con el balón de Hugo, pensaba que si en esta temporada podríamos pasar al Nacional... y tal vez, llegar a la final. Un tiro de larga distancia y volé el balón. A lo lejos se veía un tipo caminando con calma, sin prisa, como si alguien lo estuviera esperando en la cancha. La pelota había caído justo en su trayectoria y yo me dirijía hacia él. Se inclinó, tomó el balón y me lo dió en las manos. No sé por qué, simplemente tenía la certeza de que él era nuestro nuevo entrenador para la temorada, o tal vez eso era lo que deseaba que fuera. Su gesto, me convencía de que ese hombre tenía algo que decir. No era sólo su color de piel lo que me produjo curiosidad sino todo el porte, el modo en el que se movía, su sonrisa serena y su acento foráneo.

"El cubano", así es como lo apodó Enrique y en delante todos nos referimos a él. Era Dominicano, pero la geografía de Quique no era su fuerte, así que para la posteridad parece que "el cubano" se imprime.

¡Sí!, sí fue un día interesante.

--Jóvenes les presento a su nuevo Coach Salvador de Souza. Espero de ustedes el mismo respeto y sobre todo el mismo compromiso que han mostrado en otras temporadas. ¡A sudar la camiseta!...no me fallen.

Esa era la típica frase del Coach Huerta: ¡A sudar la camiseta!, y efectivamente así fue. Sin más preámbulos "el cubano" nos mandó a correr 10 vueltas a la cancha, un sin fin de series aeróbicas, lagartijas, sentadillas y abdominales. Mientras tanto él nos observaba y se divertía controlando el balón con la cabeza.

--Jóvenes, me dio gusto conocerlos. Nos vemos puntualmente mañana a las 3pm.

¿Que si sudé? ¡Ja! Llegué empapado a casa y ni siquiera tocamos el balón. Sin embargo, quedé muy satisfecho, "el cubano" se está ganando mi respeto. Creo que hoy dormiré muy sabroso.

PD. Hay más que contar, pero por ahora es suficiente. Sólo diré que luego escribiré sobre la "Licenciada Silvia Montelongo".

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